Lo mejor que pude.

"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante". - Oscar Wilde

Siempre me gustó esa frase. Espero que Oscar Wilde no haya sido un machista y misógino, aunque seguro sí.
El último mes y medio fue una locura, por eso no estuve escribiendo en mi blog. Eso no significa que no escribí, pues logré dos artículos que fueron publicados en @somosbeba.
El primero habla de cómo me siento siendo una mujer gorda y está acompañado de unas bellísimas fotos que me sacó Julieta. Esas fotos fueron las primeras que me sacaron algunas vez, digamos, en calidad de modelo. Era algo que quería hacer hace mucho. Yo sé que hablo mucho de gordura, leo mucho de gordura y vivo desde esta perspectiva hace ya un tiempo; Pero si miran mis redes sociales no hay fotos mías de cuerpo entero, ni hay fotos mías donde me muestre mucho. No es una novedad: me cuesta verme. Y no es sólo eso, sino que me cuesta verme como me mira otro. Como soy cuando alguien me enfoca, en qué hacen detalle, cómo lo hacen, y por qué. Me cuesta entender las distintas percepciones sobre lo mismo, estimo porque es algo que no puedo controlar.

Decidí animarme porque ya fueron muchos años de estar escondiéndome. Porque entiendo que mi gordura es política y que no me pertenece sólo a mí, que hay otres que necesitan ver una panza con estrías, un cuerpo grande, que ocupa más espacio, para sentirse un poco menos soles. Me gusta incomodarme. Decidí que necesito hacer cosas que me dan vergüenza, porque es la única forma en la cual sé afrontar situaciones. Porque ya no quiero pensar en limitaciones cuando hablo de mi cuerpo. Quiero saber que hice todo lo que pude con él, que lo aprovecho al máximo, y que hago todo mi esfuerzo por aceptarlo. I am a pusher, pero en vez de pushear a otra gente, me pusheo a mi misma.
En este tiempo también fui al Encuentro de Mujeres: fui a Trelew. Viajé con mis amigas Caro y Flor. La pasé súper bien. Es la segunda vez que voy a un Encuentro, y me pasa que son días en los cuales me cuestiono muchas cosas. Escribí este artículo, contando un poco cómo me sentí durante esos días que estuve ahí, asistiendo al taller de Activimo Gorde.
El resto del tiempo estuve tomando mucho aire y abrazándome a mí misma. Pensando una y otra vez lo agradecida que estoy por las personas que me rodean, que me valoran mucho y que me ayudan a crecer y a ser la mujer que soy. Aclaro y digo esto porque no fueron días fáciles. De hecho fueron días complejos, de mucha ansiedad. De muchas preguntas y cuestionamientos que no tenían mucho que ver conmigo, sino con personas que me desconcertaron. Tengo mucha suerte, pero también me gusta pensar que trabajo mucho en mi autoestima y en mi autopercepción, que si tengo lo que tengo es porque así fue como yo lo cree para mí. Me cuesta no procrastinar tanto, y estar con la cabeza en este momento, pero se puede.
Soy esta persona y no necesito cambiarlo. Sé que soy lo más, aunque a veces no me sienta tan así, y eso está bien. Es difícil que todos me vean como yo me veo a mi misma, y que me valoren de esa forma. Igual estoy convencida de que tengo que mantenerme lejos de las personas que no me hacen sentir cómoda o que quieren que sea de una forma que no soy. Es así como entiendo la valoración personal: pongo límites.
Cuando era adolescente, estaba saliendo con un chico. Un día le dije que yo no podía sostener nuestra relación porque sentía que él no me quería. Me respondió que “él hacía lo que podía”. Me dolió infinitamente en ese momento. Pero hoy entiendo que todos hacemos lo que podemos y que prometerle a alguien algo que no podés darle no es sano para ningune. Hoy sé que yo hice lo mejor que pude estos últimos días, y por lo menos para mí, es suficiente. Por ahora.  

Comentarios

Entradas populares